Lunari

Realmente no sé qué estoy haciendo aquí.

Hoy es Domingo, ya son pasadas las 11 y media de la noche, y debería estar descansando para mañana, que sería “mi primer día” dando clases...
Pero la rabia que cargo encima por la maldita trampa que me tendieron entre el estúpido de Alfredo y el traicionero de Nicolás que me puso en contacto con él, no me deja de pesar.

Creo que aclaré hace no mucho aquí mismo, de que terminé en este pueblito en medio de la nada, gracias a la ayuda de un colega con el cuál había perdido contacto hace tiempo, el cuál me ofreció un cargo en su propio instituto.

Bueno, faltó aclarar, de que Nicolás, quién se podría describir rápidamente, como un extravagante personaje que ha dado vueltas alrededor de la universidad donde me desempeñaba, fue el que arregló las llamadas y, ahora que lo pienso, también el que prácticamente me lanzó dentro del tren que me trajo a este remoto lugar.

Volviendo al tema, resulta ser que las razones de ambos para traerme hasta aquí, no fueron por compañerismo, amistad, ni mucho menos. Fue por puro y absoluto interés.

Es decir, soy Médico especializado en Neurobiología, ¿bajo qué razón puedo estar a cargo de una clase de Sociología, y además, haciendo de consejero psicológico a los estudiantes? ¿Y como si fuera poco, en la “Institución Regional del Arte”?

¿No cierra, verdad?

A todo esto, me pasé el viernes a la tarde por la oficina de Alfredo, y le dejé bien claro de que a mí no me cierra este trato, ya que además de meterme a dar clases en un área que nunca fue de mi agrado (al menos desde el punto de vista que me toca en este caso), yo sé que esto se trata de otro más de sus raros experimentos sociológicos de los cuáles no quiero ser partícipe.

Porque vamos, Alfredo también es médico… ¿Qué esta haciendo en este lugar? ¿Y como director de una Institución de Arte?

Al final, me llevé una grata sorpresa, dado que además de esperarse mi reacción ante tales circunstancias, ya tenían todo planeado para tal caso. Tanto es así, que de cierta manera me tienen atrapado en este maldito lugar. Y de momento, no sé hasta cuándo.

No voy a entrar en detalles sobre ello, así que resumiéndolo un poco, de cierta manera me están extorsionando con hacer pública parte de un experimento con psicofármacos experimentales. En él, intentábamos modificar patrones de conducta en los sujetos por medio de estas drogas recientemente desarrolladas por un colega en Londres. De manera limitada, claro, pero funcionaba, y podía tener múltiples aplicaciones incluso si no avanzaba más allá de ese punto. Esto lo hicimos con el Dr. Sigma y yo, hace unos años atrás, y… bueno, para acortarlo un poco, no nos salió del todo bien.

Nos ocasionó muchos problemas en aquél momento, sobretodo cuando la prensa se entero de lo que hacíamos aún cuando no se conocía la totalidad de los resultados (imagínense los titulares: “Científicos encuentran la manera de controlar las acciones de las personas por medio de sustancias químicas” -¿Suena a película de terror, no?-). Incluso hoy en día estoy sufriendo las consecuencias de aquél entonces, ya que ello forma parte de las razones por las que, de cierta forma, terminé aquí.

Y sí, ambos saben que no quiero pasar por todo eso otra vez, y lo están usando.

Así que Alfredito me tiene atrapado en este lugar. Y vaya a saber qué se está planeando…

No quiero adelantarme a los hechos, ni hacer conclusiones sobre ello, pero me da muy mala espina.

Realmente no me esperaba nada de esto, si bien no me extraña que Alfredo se venga con estas cosas raras, nunca me lo hubiera imaginado.

Quizás porque de verdad pensé que el tipo había cambiado. Una decepción, de cierta forma.

Y de Nico ni hablar, ya que él sabía bien todo lo que tuve qué pasar estos últimos meses, y sin embargo...

Pero bueno, todo llega a su momento. Y estoy seguro que de ésta, ninguno de los dos va a zafar.

Aunque ahora mismo, son las 3:15am, y faltan 4 horas para tener que levantarme… para dar mis primeras clases de Sociología, así que lo termino aquí nomas.

Sigo contando como avanza esto.

Alex.

Escrito por El Neko el miércoles, julio 12, 2006 a las 1:14 a.m. | Permalink